Revisión sobre la salud intestinal de las aves

Resumen

La salud intestinal de las aves domésticas tiene muchas implicaciones para su salud, su bienestar, la eficiencia productiva, la seguridad alimentaria y el impacto ambiental, siendo un tema cuya importancia ha crecido en las dos últimas décadas.

Este artículo revisa los múltiples aspectos que pueden afectar la salud intestinal de las aves, incluyendo la de los reproductores, las condiciones de incubación, la alimentación inicial, la calidad del agua, las condiciones del alojamiento, la calidad del pienso, las micotoxinas y la rancidez y el secado de los granos.

El objetivo es ofrecer una visión general de la salud intestinal en la producción avícola y enfatizar que es necesario un enfoque holístico cuando se trata de minimizar esta disbiosis y las enfermedades entéricas.

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1. Introducción

La salud intestinal es necesaria para mantener una fisiología eficiente y sostenible del tracto gastrointestinal – GIT – por sus funciones digestivas, de absorción, metabólicas, inmunológicas y endocrinológicas. Esto significa que las interrupciones de la salud intestinal pueden afectar de una a varias funciones sistémicas. Debido al papel clave del GIT en producción animal, sus papeles fisiológicos y las consecuencias de posibles alteraciones han sido el foco de décadas de investigación y revisiones exhaustivas. Durante las últimas dos décadas, este tema ha ganado aún más interés en la producción avícola debido a la creciente demandas económica, de bienestar animal, de seguridad alimentaria y de la reducción de los impactos ambientales, así como por la prohibición o la evitación del empleo de antibióticos promotores del crecimiento – GPA -.

No hay duda de que un intestino aviar sano es esencial para optimizar la digestibilidad, minimizar la excreción de nutrientes y, en consecuencia, mitigar los impactos ambientales del amoníaco, los olores y otras emisiones de gases con efectos sobre la salud y el bienestar en el gallinero y para los humanos. Una alta humedad de la cama y la producción de amoníaco pueden afectar a la incidencia y la gravedad de las dermatitis plantares y de los tarsos, los defectos de la calidad de las canales y las enfermedades respiratorias.

La producción avícola sin antibióticos es una tendencia común en todo el mundo ya que el uso de algunos promotores del crecimiento


La producción avícola sin antibióticos es una tendencia común en todo el mundo ya que el uso de algunos promotores del crecimiento GPA – ha sido prohibido por muchos países y el interés del consumidor por evitar el consumo de productos alimenticios que pueden contener trazas de GPA está aumentando en otros. En producción animal, durante los últimos 50 años los GPA han sido una excelente herramienta para controlar la disbacteriosis y los enteropatógenos, pero pese a la evidencia científica que indica que aún podrían usarse racionalmente en alimentación animal, las tendencias del mercado y la publicidad negativa constante en los medios de comunicación indican que la mayor parte del sector avícola debe o debería implementar la producción sin antibióticos a un cierto nivel, debido a las oportunidades de marketing percibidas.

Si bien muchas empresas avícolas tienen años de experiencia trabajando sin antibióticos, algunas aún tienen dificultades para controlar diversos problemas de salud. Sin embargo, hay otras con éxito al haber introducido mejoras en el alojamiento y cambios en los programas de alimentación, manejo y sanidad. Los cambios utilizados para lograr el control ambiental, la bioseguridad, la calidad del alimento y el manejo necesarios para controlar la multitud de factores que pueden afectar la salud intestinal sin antibióticos podrían aumentar el costo de producción. Los sistemas sin antibióticos pueden seguir siendo rentables siempre que los precios de los productos finales puedan cubrir los costos de las inversiones necesarias para producirlos.

La producción futura sin antibióticos y su sostenibilidad dependen de desarrollar una comprensión más amplia y una aplicación práctica de conceptos relacionados con la salud intestinal que impliquen una gestión holística completa del sistema de producción. Este documento tiene como objetivo resumir los conceptos principales necesarios para comprender los aspectos generales de la salud intestinal. La discusión comienza enfatizando la importancia de la salud intestinal para mejorar la digestibilidad de los nutrientes y para preservar las funciones fisiológicas normales en las especies actuales de aves. Estas, a su vez, ayudan a desarrollar y luego mantener un equilibrio ecológico con la microbiota intestinal, de la que el ave es un huésped activo.

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Una breve revisión de los factores que pueden alterar el equilibrio de los ecosistemas intestinales incluye detalles involucrados con consecuencias frecuentemente imprevistas. La importancia de los efectos del maíz y la temperatura de su secado en el programa de garantía de calidad de los alimentos son un ejemplo. Otra es que se debe prestar más atención a garantizar la buena calidad del agua desde un punto de vista físico-químico debido a su importancia para una buena digestión y a que puede minimizar la proliferación microbiana en los bebederos. Y otro factor clave a tener en cuenta es que la salud, la nutrición y el bienestar de los reproductores, así como las condiciones de incubación, son necesarios para garantizar un desarrollo embrionario adecuado y unas aves más sanas.

Un concepto central incluido en cualquier debate sobre la salud intestinal y la producción sin antibióticos es la modulación potencial de la microflora intestinal mediante el uso de productos alternativos disponibles, como ciertos ácidos orgánicos, ácidos grasos de cadena corta y media, aceites esenciales, fitobióticos y probióticos/prebióticos – simbióticos -. Finalmente, se discutirán los cambios necesarios en los programas de salud, centrándose en el control de la coccidiosis y otros parásitos intestinales y luego, en los efectos de las vacunas y la bioseguridad para controlar otras enfermedades comunes de las aves.

 

2. Digestibilidad y equilibrio del ecosistema intestinal

Un error corriente cuando se discute la salud intestinal es centrarse únicamente en el control de las enfermedades intestinales. En general, la atención se centra en coccidios o enterobacterias específicas, como Clostridium perfringens, E. coli o Salmonella spp. Esto proviene de la experiencia cotidiana en la que estos son los principales problemas de salud observados cuando se detecta un problema de salud intestinal o se implementan programas sin antibióticos. Sin embargo, estas son, en realidad, las consecuencias, no las causas del problema. En general, el verdadero problema es un exceso de nutrientes en el intestino grueso que causa la proliferación de estos microbios en el mismo, alterando el equilibrio microbiano-huésped que causa una inflamación metabólica, patógena o estéril. El exceso de nutrientes en el intestino grueso puede deberse a los altos niveles de nutrientes en la dieta o a una digestión subóptima.

Para explorar más a fondo este concepto, es necesario recordar que los GPA han sido la herramienta rentable más consistente que se usa actualmente para controlar la disbacteriosis. Los GPA reducen el número y la diversidad de algunos microbios y de esta manera crean condiciones entéricas con menos bacterias que podrían afectar negativamente el tracto intestinal, proliferar en las deyecciones y, por consiguiente, en todo el gallinero. Sin embargo, debemos recordar que las bacterias, hongos, protozoos e incluso los virus proliferan cuando hay más nutrientes no digeridos en el intestino grueso disponibles para su uso. Los trastornos en la microbiota bacteriana, debido a esta proliferación, originan la desregulación de las células inmunitarias adaptativas y los cambios en el metabolismo microbiano que pueden hacer que los microorganismos patobiontes se conviertan en patógenos. En consecuencia, el problema no son realmente los microbios que siempre han estado y seguirán siendo omnipresentes en la tierra y en el GIT de los animales. El problema real es una reducción en la digestión o un exceso de nutrientes no digeridos en el GIT que puede ocurrir por muchas razones diferentes.

Un error corriente cuando se discute la salud intestinal es centrarse únicamente en el control de las enfermedades intestinales

Cuando las dietas no contienen un exceso de nutrientes y la digestibilidad adecuada está garantizada y se mantiene constantemente, será más fácil controlar los microbios y las enfermedades que generan. Por lo tanto, para mejorar la salud intestinal y la producción sin antibióticos es necesario la alimentación por fases o el aumento de las mismas que se propugnan actualmente para aumentar la precisión de la formulación según las necesidades de los animales. Al final de cada fase de alimentación, el exceso de nutrientes, especialmente proteínas y grasas, no se digiere o absorbe bien, lo que permite la proliferación microbiana en el ciego. Con retroperistalsis fisiológica, estas bacterias regresan al íleon y al yeyuno, causando disbacteriosis e incluso enfermedades por la producción de endo y exotoxinas. Este problema es más habitual cuando las comunidades microbianas intestinales todavía  no se han estabilizado, como en los pollos o pavos entre 2 y 3 semanas de edad. Este período coincide con la transición entre las dietas de arranque y de crianza y los brotes de enfermedades intestinales. El hacer antes y más gradualmente la transición entre las dietas debería reducir el problema.

Uno de los aspectos clave para mejorar la salud intestinal y la producción sin antibióticos es garantizar que la digestión adecuada en el intestino delgado tenga lugar en la mayor parte del tiempo. La manipulación de la granulometría del alimento, el suministro de agua con buena calidad, el control de calidad del tipo y los niveles de grasa en la dieta y la adición de enzimas exógenas pueden ayudar a mantener una buena digestión. La granulometría o el tamaño de partícula de todos los ingredientes del pienso estimulan la función de la molleja. Esta granulometría se genera en la molienda o bien incluyendo pequeñas proporciones de granos enteros, granos parcialmente rotos o fibra en la mezcladora y se reduce durante el proceso de granulación. Está bien demostrado que las partículas gruesas modulan la expresión de genes que codifican enzimas digestivas importantes y transportadores de nutrientes.

Es importante  mantener un  mínimo de 1% de grasa en la dieta para estimular la función g´strica y la liberación lenta de la molleja al intestino delgado

La dureza del agua, su alcalinidad y su pH básico alteran el pH del buche y, en consecuencia, reducen la primera fase de la digestión. El buche juega un papel importante en la fitasa y en la actividad de otras enzimas. Cuando su pH está por encima de 6,5 la actividad enzimática se puede reducir un 10-15 % en comparación con la observada con un pH de 4,5-5,5. Los ácidos orgánicos en el alimento o en el agua crean condiciones ácidas en el buche de pollos, pero no en las ponedoras. Los niveles de calcio en la dieta más altos que los requisitos para cada edad y fase productiva pueden ser perjudiciales para la salud intestinal, ya que pueden quelar los nutrientes, reducir la actividad enzimática y promover la proliferación de Clostridium. El tipo y nivel de grasa en la dieta puede afectar la digestión y la microbiota y la coccidiosis también a la digestión de muchos nutrientes, pero especialmente las grasas. Sin embargo, es importante mantener un mínimo de 1% de grasa en la dieta para estimular la función gástrica y la liberación lenta de la digesta de la molleja al intestino delgado.

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Las enzimas exógenas son la segunda mejor herramienta para controlar la proliferación bacteriana intestinal. Las fitasas, las carbohidrasas y las proteasas han sido ampliamente adoptadas debido a su impacto en el ahorro de costos en la formulación y como potenciadores de la productividad. Un efecto secundario de ellas es su impacto positivo en el intestino medio. Las enzimas exógenas reducen la proliferación microbiana al reducir los componentes no digeribles del pienso, el fitato, la viscosidad de la digesta o la irritación de la mucosa intestinal que causa inflamación. También generan metabolitos que promueven la diversidad microbiana, lo que ayuda a mantener unos ecosistemas intestinales más estables y con mayor probabilidad de inhibir la proliferación de patógenos .

3. Alimentación y calidad del agua

La digestibilidad óptima solo se puede obtener cuando las dietas se hacen con materias primas de buena calidad. Para evitar problemas de salud intestinal, las empresas avícolas, especialmente aquellas con programas de producción sin antibióticos, deben poner más énfasis en evitar los niveles de micotoxinas en los piensos, así como las grasas rancias que exceden los límites recomendados. Las micotoxinas pueden comprometer varias funciones clave del GIT, lo que reduce la absorción de nutrientes al disminuir la superficie disponible, la modulación de los transportadores de nutrientes y la pérdida de la función de barrera. Algunas micotoxinas facilitan la persistencia de patógenos intestinales y la probabilidad de inflamación intestinal. Las micotoxinas, per se, pueden no ser la causa de un problema de salud intestinal, pero pueden predisponer a las aves. En consecuencia, se deben implementar medidas para minimizar lesiones en los granos y unas condiciones que podrían aumentar los hongos o el deterioro por insectos.

La  buena calidad  del agua también es importante para una correcta digestión, por lo qye sus características fñísico-químicas deben medirse, controlarse y mejorarse.

Las grasas y los aceites rancios deben ser rechazados ya que se han relacionado con la patogenia de las enfermedades entéricas. Las dietas con un valor en peróxidos de 74 o mayor deben rechazarse ya que originan unos índice de conversión más pobre. Las condiciones adecuadas de almacenamiento de grasa en tanques y líneas de transporte deben evaluarse con frecuencia para controlar el desarrollo de rancidez dentro de la fábrica de piensos. La adición de antioxidantes y aglutinantes de micotoxinas a puede reducir los efectos de las micotoxinas y el peróxido y es más necesaria en los programas sin antibióticos ya que éstos dependen más de garantizar una digestión óptima para mantener un ecosistema microbiano saludable en las aves.

La alternativa de los nuevos aditivos para piensos, clasificados cómo probióticos, rebióticos, enzimnas, ácidos orgánicos, y extracxtos de hierbas tambiñén puede ser útil.

La garantía de calidad durante el procesado de la harina de soja es particularmente crítica ya que su cocción excesiva o insuficiente es negativos en la digestión. La soja poco cocida tiene mayores concentraciones del factor antitripsina, mientras que la excesiva disminuye la digestibilidad de la proteína, como ocurre con otros alimentos altos en proteínas. Las altas concentraciones de inhibidores de tripsina en las dietas de pollos se han correlacionado directamente con el paso rápido de la alimentación y la disbacteriosis. El tamaño de partícula de la harina de soja también es importante pues el más grueso, cerca de 700–900 µm, favorece una mayor digestión de la proteína y minimiza los efectos negativos de los factores antitripsina.

En el maíz, la genética, la humedad durante la cosecha, las temperaturas de secado y las condiciones de almacenaje pueden jugar un papel en la formación de almidón retrogradado y en la reducción de la proteína soluble en sal que disminuye la digestibilidad. El secado también puede afectar los caracteres físicos de los granos de maíz, el tamaño de las partículas durante la molienda y, a su vez, el comportamiento de alimentación de las aves. El secado del grano también puede ser un factor determinante importante en la variabilidad de la disponibilidad de nutrientes para los animales y su susceptibilidad a los problemas intestinales. En resumen, cada componente del alimento debe ser evaluado por aquellos factores que puedan afectar a su digestibilidad y se debe hacer un mayor esfuerzo para garantizar la producción de un pienso de alta calidad.

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La buena calidad del agua también es importante para una correcta digestión, por lo que sus características físico-químicas deben medirse, controlarse y mejorarse. El pH debe mantenerse ligeramente ácido, entre 5,5 y 7, porque el agua básica reduce la actividad de la mayoría de las enzimas digestivas. Por esta razón, el agua potable con altos niveles de carbonatos u otras sales que aumentan la alcalinidad y la dureza puede causar problemas. Las altas concentraciones de sales y sólidos en el agua y el pH básico generalmente favorecen la producción de biopelículas y endotoxinas en los bebederos debido a la proliferación de algas y microbios. La biopelícula y las sales no solo contribuyen a la degradación de los parámetros microbiológicos del agua, sino también a problemas de obstrucción en las tetinas, afectando su disponibilidad para las aves. La reducción en la ingesta de agua, causada por cualquier medio, afecta adversamente la fisiología intestinal, la digestión y el rendimiento. El saneamiento del agua con cloruros, peróxidos u otros productos puede ayudar a minimizar el crecimiento de bacterias y algas.

La privación de agua o la retirada del pienso pueden causar problemas intestinales durante el crecimiento y deben evitarse por completo en los programas sin antibióticos. Después de 5 o 6 h de ayuno, los caracteres de la mucosa intestinal cambian y hacen que los pollos sean más susceptibles a la enteritis mucoide. La retirada del pienso estimula la producción extra de mucina por parte de las células caliciformes en la mucosa intestinal, que es utilizada ávidamente por las bacterias que irritan la misma, lo que genera la producción de más mucosidad y reacciones inflamatorias. La interrupción de las propiedades del moco también facilita la adherencia de patógenos y la infección por coccidios.

4. Productos alternativos para modular la microflora intestinal.

Algunos aditivos y minerales pueden ayudar a mantener una comunidad microbiana saludable en todas las regiones del intestino, incluso en circunstancias que normalmente amenazan la salud intestinal, como la retirada del pienso las infecciones intestinales con coccidia  y el estrés por calor. Su uso en tales situaciones puede incluso mantener una diversidad microbiana normal similar en los pollos. Por lo tanto, estos productos son una herramienta adicional para la producción efectiva sin antibióticos, evitando problemas de salud intestinal.

La alternativa de los nuevos aditivos para piensos, clasificados como probióticos, prebióticos, enzimas, ácidos orgánicos y extractos de hierbas, también puede ser útil. Los probióticos introducen microorganismos deseables en el GIT, los prebióticos promueven el crecimiento de bacterias deseables y los ácidos orgánicos causan la inhibición del crecimiento bacteriano. Las enzimas se usan para ayudar a eliminar los efectos antinutricionales del fitato, los polisacáridos solubles en agua y/o cambiar los sustratos para mejorar la proliferación de algunas comunidades microbianas beneficiosa.Los efectos fitobióticos o fitogénicos varían dependiendo de su composición pues pueden ser bacteriostáticos o inmunoestimulantes.

La ampliación del espacio disponiblr entre la primera  y la segunda semana de edad es importante para evitar una competencia excesiva frente  al comedero y los bebederos

Una categoría de fitobióticos son las mezclas de aceites esenciales.Estos productos son mezclas de compuestos fitoquímicos, como carvacrol, timol y cinamaldehído, entre otros, que tienen propiedades antimicrobianas selectivas. Se ha demostrado que el uso de algunas mezclas específicas de ellos tiene eficacia para reducir la colonización y la proliferación de Clostridium perfringens y para controlar la infección por coccidios y, en consecuencia, ayudar a reducir la enteritis necrótica.

Cada tipo de producto ha demostrado una eficacia variada cuando se administra de forma independiente o en combinaciones, pero algunas pruebas sugieren que la combinada de prebióticos y probióticos – simbióticos – podría ser la estrategia más efectiva. Debido a que estos productos promueven el desarrollo y la diversidad de la comunidad microbiana, se llaman eubióticos. La mayoría de ellos cumplen con las especificaciones requeridas para todos los programas sin antibióticos, pero ninguno de ellos puede considerarse una «bala de plata».

Es importante señalar que cada uno de los grupos discutidos es una categoría grande, tan amplia como los antibióticos. En consecuencia, la mayoría de los productos eubióticos tienen características y efectos únicos. Solo las pruebas, el uso y la rotación apropiados de estos productos alternativos pueden garantizar el éxito en un programa sin antibióticos sostenible.

5. El medio ambiente de la nave y la bioseguridad.

Las condiciones de la nave en cuanto a la temperatura óptima, la velocidad del aire y la humedad relativa según la edad de las aves, la fase de producción, el tamaño de las aves y las condiciones ambientales externas son importantes para la salud y la productividad de las mismas y el control de patógenos. Con  los pollos, las ponedoras, los pavos y los patos, el estrés ambiental debido al calor o el frío, el aire muy seco o muy húmedo o las corrientes de aire pueden alterar los patrones de consumo de alimento y la motilidad intestinal, lo que reduce la digestión y origina los consiguientes problemas intestinales. En cualquier manada deben evitarse los estrés por calor y las variaciones drásticas de temperatura. Todas las tensiones ambientales afectan negativamente al sistema inmunológico de los pollos, tal vez en la medida en que no pueden mantener los microbios dentro de su lumen GIT y hay una translocación de bacterias al torrente sanguíneo.

Una alta densidad de población se ha asociado con la susceptibilidad de las aves a la enteritis necrótica. Sin embargo, la falta de ventilación adecuada y la capacidad de enfriamiento que pueden darse en tal situación podría ser la causa principal del problema y no la alta densidad per se. En el manejo de la manada, la ampliación del espacio disponible entre la primera y la segunda semana de edad es importante para evitar una competencia excesiva frente al comedero y los bebederos, que causa estrés y más contacto con las deyecciones. Una buena ventilación de la nave es clave para que la salud intestinal minimice la condensación, la humedad de la cama y el apelmazamiento de ésta.

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El objetivo es mantener la humedad de la cama por debajo del 30%, aunque también es importante que no se seque en exceso. Dependiendo de los resultados de los lotes anteriores, podría ser importante cambiar la cama con más frecuencia, aplicar a la misma tratamientos como su apilado, aumentar el tiempo de inactividad entre lotes y/o implementar el uso de acidificantes como enmiendas ya que se ha demostrado que el manejo de la misma afecta la microbiota del GIT del pollo.

Los programas de iluminación también pueden afectar a la ingesta de pienso, la motilidad intestinal y la digestión. En general, los programas de iluminación que incluyen intensidades de luz inferiores a 10 lux y 4–6 horas de oscuridad total por día mejoran los índices de conversión, probablemente debido a una ingesta de alimento más lenta y una mejor digestión.

La iluminación intermitente también mejora la recuperación de los pollos durante la cumbre de una infección por enteritis necrótica subclínica.

 

6. Programas para la salud intestinal

Para la salud intestinal, especialmente con la producción sin antibióticos, la prevención de la coccidiosis y la enteritis necrótica son las principales preocupaciones.

En los casos en que no se permiten medicamentos anticoccidiales, las vacunas contra la coccidiosis y el manejo de la cama son las principales formas de control de Eimeria spp.

En muchos países la vacunación de los pollos contra la coccidiosis se ha utilizado durante años en los sistemas tradicionales de producción y en los nuevos programas sin antibióticos.

Se sabe que esta vacunación puede ayudar a reducir la resistencia anticoccidial y desplazar a los ooquistes de campo por algunos menos patógenos mientras se estimula la inmunidad. El éxito de estos programas de vacunación se basa en que se sigan todos los pasos para su correcta aplicación.

Sin embargo, de hecho, el control de la coccidiosis no debe ser la única preocupación de los programas de salud para la producción sin antibióticos.

El control de otros parásitos intestinales, vermes y enfermedades que afectan a la salud intestinal y/o a la inmunidad de las aves es necesario durante toda la producción.

La vacunación adecuada de los reproductores y los recién nacidos puede ayudar a prevenir la enfermedad de Newcastle, la bursitis infecciosa y la bronquitis infecciosa. La infección sistémica de estos virus también afecta a la salud intestinal.

Los pollos que tuvieron una resistencia considerable a Salmonella typhimurium y Escherichia coli gracias a un desarrollo temprano de su microflora intestinal liberaron estas bacterias después de una exposición a Mycoplasma gallisepticum y/o al virus de la bronquitis infecciosa.

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Las vacunas específicas para Salmonella o E. coli se pueden aplicar a los reproductores para minimizar el impacto de estos patógenos comunes en la progenie.

En la producción sin antibióticos es esencial que los reproductores y las granjas estén libres de Mycoplasma gallisepticum y Mycoplasma synoviae.

En las grandes instalaciones avícolas, las prácticas diarias de bioseguridad son extremadamente importantes para garantizar la salud intestinal ya que las respuestas de inmunidad alteran la ingesta de alimento y la función GIT.

Las prácticas de bioseguridad necesarias incluyen, pero no deben limitarse a la bio-exclusión – limitación de visitantes y entrada de vehículos y equipos que provienen de otras granjas avícolas – y la bio-contención, el aislamiento de las naves, el control de insectos, roedores y la entrada de aves silvestres y otros animales.

 

7. Mejora de la salud de los reproductores y las condiciones de incubación

La alimentación de los reproductores es fundamental para el desarrollo adecuado de su progenie pues el desarrollo del embrión depende totalmente de los nutrientes del huevo depositados por las gallinas. Los nutrientes específicos como la vitamina D, los oligoelementos minerales, los carotenoides y los ácidos grasos parecen jugar un papel clave en la inmunidad y el desarrollo intestinal.

La correcta nutrición de las gallinas también afecta al desarrollo del embrión por las propiedades de la cáscara del huevo, como su porosidad y grosor.

La conductancia de la cáscara de huevo determina su capacidad para el intercambio de gases y vapor de agua, lo que afecta la utilización de yema y nutrientes en el embrión. Estos factores físicos, especialmente la capacidad de obtener oxígeno, limitan el tipo de metabolismo y los niveles de desarrollo de los tejidos y el crecimiento del embrión.

El suministro de oxígeno es especialmente importante durante los últimos tres o cuatro días de incubación, el período de consumo máximo del mismo cuando el desarrollo de muchos tejidos, incluidos el GIT, los huesos y los músculos, se encuentra en su ritmo más rápido

Finalmente, los reproductores pueden transferir microbios intestinales buenos y malos e inmunidad a su progenie.

Las empresas que operan sin antibióticos deben asegurarse de que la salud intestinal de sus reproductores sea adecuada y que sus programas de vacunación sean efectivos para prevenir problemas en la progenie.

Los resultados de la investigación han indicado que las temperaturas elevadas durante las últimas fases de la incubación reducen la masa tisular del GIT y la actividad enzimática.

En varios experimentos, nuestro grupo de investigación demostró que las temperaturas elevadas redujeron el tamaño relativo del proventrículo, la molleja y el intestino en 13, 14 y 16%, respectivamente.

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La longitud de los intestinos en la eclosión también se redujo. De manera similar, observamos que la actividad de la enzima maltasa fue dramáticamente menor en los pollos producidos en incubadoras sobrecalentadas en comparación con los pollos incubados a temperaturas óptimas.

Estos efectos de las elevadas temperaturas de incubación tienen implicaciones para la capacidad digestiva de los pollitos y probablemente en la incidencia de problemas intestinales y resistencia a los parásitos.La incubación subóptima tiende a aumentar la ventana de nacimientos al hacer que algunos pollitos eclosionen demasiado pronto, 36–48 h antes de sacarlos de las incubadoras, o demasiado tarde.  Ambas situaciones causan problemas con el desarrollo del tejido linfoide relacionado con el intestino y la inmunidad general.

Los pollos sin acceso al pienso y al agua durante las 48 h posteriores a la eclosión mostraron un retraso en todas las respuestas de inmunidad en el ciego y el colon y en la colonización de linfocitos en la bolsa, lo que origina una actividad inmunitaria reducida durante las dos primeras semanas de vida, cuando se aplican la mayoría de las vacunas y los mismos tienen su primer contacto con los enteropatógenos potenciales.

8. Conclusiones

  • La salud intestinal afecta la productividad de las aves, el bienestar de los animales, la seguridad alimentaria y el impacto ambiental de la producción. Los programas sin antibióticos para la producción de carne de aves son cada vez más comunes y para que tengan éxito se debe prestar más atención a todo el sistema de producción, no solo en la alimentación, los aditivos o el control de un par de patógenos entéricos.
  • El manejo del medio ambiente, la calidad del agua y la bioseguridad, tanto de los reproductores como en la crianza son fundamentales para la producción sin antibióticos. Incluso las condiciones de la planta de incubación deben mejorarse para que los programas sin antibióticos tengan éxito y puedan mantener una buena salud intestinal.En el aspecto nutricional, se debe utilizar la precisión en la formulación de las raciones por fases. Para estimular la función de la molleja y el peristaltismo es necesario el procesado de los alimentos con una molienda gruesa o grano entero.
  • Deben implementarse unos programas de control de calidad de la alimentación más estrictos. El uso de enzimas exógenas juega un papel clave en la mejora de la digestibilidad y para mitigar el impacto negativo de algunos componentes antinutricionales. Finalmente, los aditivos conocidos como eubióticos pueden ser una herramienta importante y alternativa a los GPA para modular la microflora cuando cualquiera de los factores revisados causa una proliferación bacteriana que puede reducir la productividad.

Autor: Edgard O. Ovidio-Rondón

 

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Revisión sobre la salud intestinal de las aves

Revisión sobre la salud intestinal de las aves

Edgard O. Ovidio-Rondón

La salud intestinal de las aves domésticas tiene muchas implicaciones para su salud, su bienestar, la eficiencia productiva, la seguridad alimentaria y el impacto ambiental, siendo un tema cuya importancia ha crecido en las dos últimas décadas.

Este artículo revisa los múltiples aspectos que pueden afectar la salud intestinal de las aves, incluyendo la de los reproductores, las condiciones de incubación, la alimentación inicial, la calidad del agua, las condiciones del alojamiento, la calidad del pienso, las micotoxinas y la rancidez y el secado de los granos.

El objetivo es ofrecer una visión general de la salud intestinal en la producción avícola y enfatizar que es necesario un enfoque holístico cuando se trata de minimizar esta disbiosis y las enfermedades entéricas.

Artículo publicado en SELECCIONES AVICOLAS Nº726,  sección de

Alimentacion
Patologia
Nutrición
Salud Animal. Vacunas

 

 

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