El Gobierno de Aragón da el visto el visto bueno al último trámite administrativo y empezarán los trabajos este mes de abril.

El Consejo de Gobierno de Aragón ha aprobado definitivamente el Plan de Interés General Autonómico (PIGA) para la implantación de una plataforma agroalimentaria en Épila. Además, se ha autorizado a Suelo y Vivienda de Aragón para que inicie la licitación de las obras de la FASE 1 para la ejecución del PIGA por un importe total de 22.983.047,23 de euros más IVA.
El Plan fue declarado de Interés General, mediante acuerdo del Gobierno de Aragón, el 27 de abril de 2017. El objeto del PIGA es la ordenación urbanística pormenorizada de una superficie de 242 hectáreas en el término municipal de Épila. El Gobierno de Aragón ya ha expropiado las 146,1 hectáreas que se precisan y han sido adquiridas por Guissona. El resto de las hectáreas eran ya propiedad de la Corporación Alimentaria Guissona.

El Consejo de Gobierno de la DGA ha aprobado el 26 marzo 2019 el Plan de Interés General Autonómico (PIGA) para que la planta de BonÁrea en Épila pueda echar a andar. La autorización de este plan era el último paso que faltaba para que las máquinas se pongan en marcha en la gigantesca superficie de 242 hectáreas donde se va a crear la plataforma agroalimentaria que creará más de 4.000 puestos de trabajo directos y que estará operativa al 100% dentro de 10 años.

También hoy se ha autorizado a Suelo y Vivienda de Aragón para que inicie la licitación de las obras de la Fase 1 para la ejecución del PIGA por un importe total de 29 millones, de los que cinco serán aportados por Guissona. El consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, ha explicado que se prevé comenzar a finales de año la ejecución de las infraestructuras y sistemas generales supralocales. Lo que será inmediato son los trabajos de preparación y explanación del terreno, que se iniciarán ya el próximo mes, tal y como ha anunciado el presidente del Grupo Guissona, Jaume Alsina, que ha indicado que prevén comenzar a levantar las primeras naves dentro de diez meses.

Esas son las previsiones que maneja el grupo catalán Guissona, según ha explicado su presidente, quien ha asegurado que la empresa, con sesenta años de andadura, ha alcanzado una meta importante para hacer realidad el proyecto que es su «esperanza de futuro».

«Hoy nace BonÁrea Aragón», ha remarcado Alsina, quien ha apuntado que para la empresa, que tiene como misión el apoyo al sector agropecuario y el mantenimiento de familias de pequeños pueblos que «siguen vivos», el centro de Épila no es un fin, sino un medio para un grupo que ha conseguido reducir costes gracias a la economía circular y que tiene sus instalaciones de Guissona (Lérida) sobrecargadas.

«Nosotros vamos directos del campo al consumidor», al comercializar casi el 80 por ciento lo que el grupo produce en sus tiendas BonÁrea, y el complejo de Épila -cuyas obras comenzarán en abril con la explanación de terrenos y una inversión ya aprobada de 20 millones- incluye un centro logístico que estará listo en 2021 o 2022 desde el que distribuirán sus productos a las tiendas de Zaragoza, Madrid y la zona de Levante.

Alsina ha comparecido ante los medios tras la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno en la que el consejero de Vertebración Territorial, José Luis Soro, ha explicado los objetivos del PIGA: la ordenación urbanística de la superficie de 242 hectáreas en Épila para un centro que generará cerca de 4.000 empleos directos.

 

Un proyecto de una «magnitud enorme» del que Soro ha resaltado algunas cifras, además de las del empleo, para evidenciar su dimensión:

  • su consumo de agua será el equivalente al de la ciudad de Calatayud,
  • el saneamiento y depuración de aguas al de Teruel y
  • el consumo eléctrico, al de la planta de PSA-Opel de Figueruelas.

 

«Hoy damos un paso de gigante», ha insistido Soro.

Soro, Jaume Alsina (presidente del Grupo Guissona), Guiilén, Jesús Bazán (alcalde de Épila) y Olona. – ANGEL DE CASTRO

El consejero ha enfatizado que la aprobación del PIGA -que permite a Guissona iniciar las obras de edificación de algunas de sus instalaciones en este complejo con una inversión en la urbanización de su parcela de 148,5 millones- llega tras más de dos años de «duro trabajo», que permite que el proyecto pueda empezar a ser una realidad de manera inmediata y en el que ha sido «un gran ejemplo de trabajo en equipo» entre el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Épila y Guissona.

Además de la aprobación del PIGA, que según Soro es «extenso y complejo», regula la urbanización del área con valor de plan parcial e incluye el proyecto de reparcelación y la declaración ambiental estratégica, se han autorizado 33 proyectos concretos, además del de infraestructuras y urbanización general.

Cinco de ellos se pueden ejecutar de manera inmediata: el de urbanización en la zona en la que se va a ubicar BonÁrea y los de talleres, lavadero de cajas, centro agrario y la edificación de abonos y semillas. El resto de los proyectos básicos autorizados han de ser validados por el laboratorio para la calidad de la edificación.

Para saber más:

Bon Àrea necesitará más granjas de pollos para abastecer a Épila

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  • GRUPO ALIMENTARIO GUISSONA

  • Traspalau, 8
  • GUISSONA
  • Lérida / Lleida (España)

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