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El Grupo Alimentario Guissona prepara su expansión fuera de Catalunya. La compañía tiene ya localizados unos terrenos para construir “una réplica” de su complejo alimentario de La Closa, ubicado en Guissona (Segarra) y que dispone de una superficie de 20 hectáreas.
Las nuevas instalaciones del grupo se ubicarán en «el valle del Ebro», probablemente en Aragón, y permitirán a la compañía abordar su crecimiento hacia el Norte de España, según anunció ayer el presidente de la corporación, Jaume Alsina.
«Hoy no crecemos por la crisis, pero volveremos a crecer; nuestra capacidad en Guissona es limitada, pero tenemos un plan B», anunció Alsina durante su participación en el sexto foro sobre competitividad empresarial organizado por la APD. «Ya tenemos un lugar pensado para construir una réplica de Guissona», expuso el veterano empresario, que insistió en que no se trata de un proyecto inmediato. «Es algo a largo plazo; no lo haremos antes de diez años, pero nos permitirá crecer hacia el Norte de España», apuntó Alsina, tras recordar que hoy el grupo sólo opera en Catalunya, en Aragón y en Castellón, aunque tiene algunas franquicias BonÁrea en Madrid. La corporación facturó 1.150 millones de euros en 2010, un 6,6% más, y ganó 41,86 millones. Según Alsina, este año la facturación será muy similar, pero el beneficio se reducirá por el alza del precio de los cereales.
Autofinanciación
Alsina, que no acostumbra a prodigarse en este tipo de foros, hizo una encendida defensa del modelo de autofinanciación del grupo que preside, que dejó de ser una cooperativa para transformarse en una sociedad anónima en la que invirtieron «sus ahorros» más de 4.000 personas, entre ganaderos y trabajadores. «Mejor no pedir dinero, así no te arriesgas», afirmó convencido el presidente de Guissona ante el director territorial de BBVA en Catalunya, Xavier Queralt, patrocinador del evento. «Hombre, un poco de crédito no hace daño; estamos dispuestos a ayudar…», le contestó Queralt, entre las risas del auditorio.
Alsina explicó que el dinero nunca ha sido problema para Guissona, sino la lejanía de sus instalaciones de las grandes ciudades. «Nuestro límite no ha sido el dinero, han sido las personas; hemos tenido que crecer sólo con nuestra gente, porque a la Segarra no quiere venir nadie», apuntó. «Hemos aparecido en mitad del campo, como un bolet, lo que nos ha llevado a tener que formar directamente a los veinte principales directivos del grupo», añadió Alsina.
Según el presidente del grupo alimentario, este modelo tiene la ventaja de que comporta una elevada «fidelización e implicación» de los ejecutivos.
No a la exportación
Alsina descartó totalmente la internacionalización del grupo cárnico, la exportación o la apertura de tiendas BonÀrea fuera de España. «Nuestro secreto se basa en que sólo pasan 24 horas desde que los animales están en la granja hasta que llegan a la red de tiendas; si fuésemos más lejos no podría ser así», argumentó.
Según el directivo, otra de las claves del éxito y de la estructura de costes competitiva de Guissona es su ágil estructura logística, ya que toda la producción diaria se transporta inmediatamente a la red de 385 puntos de venta, sin necesidad de que haya almacenes. «No podemos ir fuera, lo bueno se queda en casa», bromeó Alsina.
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Publicado el 15-11-2011 a las 21:36 por Sergi Saborit. Diario EXPANSION

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  • GRUPO ALIMENTARIO GUISSONA

  • Traspalau, 8
  • GUISSONA
  • Lérida / Lleida (España)

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