Resumen Conferencia impartida por Mar Fernández Poza, Directora de INPROVO, en las Jornadas Profesionales de Avicultura 2014 en el marco del salón SIAG (Salón Internacional de la Avicultura y Ganadería) 

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 El sector del huevo en el entorno comunitario está inmerso en el proceso de transición posterior a la reordenación que supuso la adaptación a la Directiva 74/1999 sobre normas mínimas de protección de las gallinas ponedoras, implantada en 2012.

Este proceso se suma a otros que se han sucedido en los últimos años y que surgen de la aplicación del Modelo Europeo de Producción que, en el sector del huevo implica, además, los siguientes aspectos:

                        Sostenibilidad medioambiental: aplicación de la Directiva de Emisiones Industriales y de las Mejores Técnicas Disponibles para la reducción de emisiones (BATs)

                        Seguridad alimentaria: Normas de Higiene alimentaria y control de zoonosis y de presencia de sustancias indeseables en piensos y alimentos de origen animal.

Estos cambios han supuesto modernización y mejoras en las instalaciones, sin que las empresas obtengan ahora más beneficios pues el incremento de los costes no se ha acompañado de una remuneración en el precio de venta del huevo en origen. Recupe­rar un nivel de precios que cubra los costes y amortice las inversiones, además de permitir un margen de beneficio es el principal reto para la producción de huevos en España en el corto plazo.

De los cambios de los últimos años se concluye que la imagen del sector es ahora mejor ante el consumidor y la sociedad. Con esta palanca tenemos que contar para que la avicultura de puesta se impulse hacia un futuro algo más prometedor.

Ahora que sabemos producir bien, hay que pensar en comercializar mejor. La defensa de nuestro modelo de producción es cada vez más complicada en un mundo globalizado en el que el comercio se rige por los costes de producción y la seguridad alimentaria. Hay que aprender a vender de modo distinto, para que la producción comunitaria no compita en desventaja con la de países que tienen menores costes.

Las empresas deben adaptarse a la demanda del consumidor, o el cliente, sea este detallista, empresa de restauración o industria, que a veces se “disfrazan” de normas que se vinculan con la seguridad alimentaria, aunque no siempre es así. La consecuencia es que la demanda, real o impulsada por intereses de grupos sociales, origina modificaciones en las normas y repercute en el mercado. Si esto es así, y nos ha supuesto desventajas competitivas, quizá podemos usar la misma estrategia a nuestro favor.

Si no cambiamos el modelo de comercialización es probable que muchos avicultores de puesta sean sustituidos por operadores comerciales que importarán huevos y ovoproductos de países terceros. No es ese el futuro que deseamos… La innovación y la apuesta por la diferenciación es una baza que tenemos que jugar para evitar una deslocalización del sector.

La comercialización no puede consistir en tratar de vender lo que producimos, sino en lograr que ello sea lo que el consumidor demanda, porque cubre expectativas de satisfacción de necesidades, genera emociones, o impulsa el compromiso y la fidelidad a la marca o producto.

La innovación es la respuesta a muchas de las incógnitas que ha generado la actual crisis del sector. Es necesario creer que podemos hacer algo diferente y venderlo bien, mejorando en comercialización.

 Tendencias en innovación:

1.    En la organización del sector en su conjunto: para saber equilibrar oferta y demanda: emplear los mecanismos disponibles en la nueva PAC y en las normas nacionales para ordenar la oferta y responder a la demanda, en cuanto al producto, pero también en la información, vía promoción, por ejemplo.

2.    En la elección del modelo empresarial, mejorando en la gama de productos o servicios que ofrece, lo que supone diversificar, modernizarse, atraer nuevos públicos y nichos de mercado, abrir nuevos canales, etc.

3.    En mejora de las características del producto (más seguro, más saludable, más funcional, con características específicas para consumidores determinados, más fácil en su conservación y manejo y con más vida útil, adaptado para nuevos usos,…).

Para ello hay que trabajar de la mano con expertos científicos y técnicos, en cuya tarea, como en la de la organización sectorial, la de las empresas y la comunicación, queda trabajo por hacer.

Las innovaciones de la UE en materia de producción han resultado pioneras en el mundo y se han convertido en el modelo que siguen ya países terceros (especialmente los desarrollados). Es en esa liga en la que tenemos que competir, pero ahora avanzan­do más en los aspectos comerciales y de innovación pues en la del precio la producción de huevos de la UE no puede defenderse en igualdad de condicione ya que no es fácil esperar que los políticos y técnicos de la UE consigan acuerdos comerciales que nos protejan adecuadamente de la competencia de países terceros.

Frente a estos retos, la gran ventaja es que en el sector del huevo hay mucho trabajo por hacer, ya que hasta ahora lo que se ha hecho en nuestro país es vender huevo en cáscara y una porción menor como ovoproductos con una transformación mínima.

La búsqueda de oportunidades de negocio estará probablemente en:

                        La diversificación en los productos: clara, yema, huevo entero, cáscara y membranas tienen o pueden tener usos comerciales variados,

                         Apertura de nuevos usos y canales comerciales (cosmética, alimentos para mascotas, componentes funcionales, etc.)

                        Criterios de sostenibilidad, con técnicas para reducir emisiones, maximizar la eficiencia productiva, aprovechar subproductos, etc.,

                        Crear nuevos formatos y conceptos, reales o emocionales, reconociendo demandas del consumidor para vincularlo con nuestra marca, imagen o experiencias, intentando generar valor añadido,

                        El marketing, comunicación y diálogo con la sociedad desde las empresas, aprovechando las ventajas del universo digital, comunicando lo que hacemos y detectando lo qué quieren los consumidores pues ahora es más fácil y barato que nunca, gracias a Internet.

                        Cooperar/agrupar para ser más fuertes y crecer en muchas tareas en las que se requiere de dimensión y economía de escala.

                        Defender nuestro espacio y cuota en la cadena alimentaria y el mercado, y recuperar el lugar que el huevo perdió y debe tener de nuevo en la cesta de la compra para no dejar que nos “coman terreno” productos y alimentos que no son mejores, pero que tienen mejor imagen.

En conclusión, el reto principal en los próximos años y de ello dependerá que nuestras granjas y la industria del sector del huevo sigan produciendo en un futuro, tras la difícil transición que estamos viviendo aún en 2014.

Descargar presentación impartida: “Situación y retos del sector avícola de puesta

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