Resumen Conferencia impartida por Álvaro Nieves de Chore-Time Group, en las Jornadas Profesionales de Avicultura 2014 en el marco del salón SIAG (Salón Internacional de la Avicultura y Ganadería) 

alvaro-nieves[1]

Esta presentación se basa en sistemas de suministro de pienso para aves reproductoras pesadas, a las que se debe proporcio­nar una determinada cantidad de alimento por ave, lo que representa un gran desafío ante el cual la industria ha desarrollado diferentes alternativas.

Partiendo de la hipótesis que las naves poseen algún sistema de ventilación mecánico y que en el caso de la crianza se maneja 100% de luz artificial (nave oscura o “dark house”), no se harán distinciones según la época o estación del año.

Aún en la actualidad, es común que la alimentación sea totalmente manual (costes de mano de obra bajos y/o objetivos muy estrictos en cuanto a uniformidades y obtención de pesos de aves determinados). En algunos países se pesa el 100% de las aves durante las primeras semanas de la recría y se divide la nave en hasta 9 secciones, en cada una de estas secciones se requiere una distinta cantidad de pienso por ave. Utilizar sistemas automáticos en estos casos resultaría en una inversión inicial muy elevada.

Al mencionar sistemas automáticos o mecanizados, se pueden distinguir dos grandes opciones para los comederos: platos o canaletas abiertas. En ambos casos se recomienda el pienso se dispense con la nave oscura, lo cual resulta más crítico para las canaletas. También evitar el ingreso de personal previo al accionamiento de los motores de impulsión. Ambas medidas intentan minimizar el estrés de las aves y evitar que se concentren en la zona por donde comienza a transportarse el pienso, normalmente en el centro de la nave.

En las canaletas el alimento se traslada con el uso de cadenas o tornillos sin fin. Los que utilizan tornillos sin fin se suspenden desde la estructura del techo por ser livianos. En el mercado hay distintos diseños y medidas de rejillas, según se trate de crianza o producción o de la línea genética que se disponga.

Usualmente se consideran 15 cm por gallina durante la fase de producción. En la recría la recomendación es llegar al final de la misma (semana 22 o 23) con este espacio por ave.

Para los comederos de platos hay distintas opciones: redondos, ovalados o en forma de “8”, con rejillas plásticas de 8, 10, 12, 14, 16 o 18 divisiones y de distinto perímetro; lo cual se traduce en distintas cantidades de aves por plato. La capacidad máxima de aves por plato normalmente es menor a la cantidad de divisiones (las excepciones son algunos platos para alimentación exclu­siva de machos). Los tubos donde se colocan estos platos pueden tener distintas longitudes (2.7, 3, 3.6 mt., etc.), se colocan de 1 a 4 platos por tubo buscando un fácil acceso de las aves a los comederos.

Es muy importante conocer la capacidad de los platos según el alimento que se utilice y según la abertura del plato (los platos ofrecen distintas aberturas dadas básicamente por la distancia del cono de distribución al fondo del plato). Ejemplo: recría, pro­grama de alimentación diaria, plato cuya capacidad a una cierta abertura es 600 gr., hembras en recría que en el día en cuestión comen 40 gr., significa que al menos deberían acceder 15 aves por plato. Si las dimensiones del plato permiten 15 o más aves, no habría inconvenientes. Si el plato admite un número menor de aves, entonces habría que cambiar el programa de alimentación a 6/1, 5/2, 4/3, día por medio (“skip a day”) para aumentar la cantidad en gramos de alimento que cada ave debe recibir el día de alimentación.

Algunos sistemas de platos permiten manejar una mayor densidad de aves respecto a las canaletas. Ejemplo: hembras en pro­ducción, comederos que permiten hasta 15 gallinas por plato, tubos de 3,6 m con 4 platos, significa que en 3,6 m comen 60 gallinas.

Comparando con un comedero de canaleta, en 3,6 m van a comer hasta 48 gallinas (7,2 m lineales de espacio, dividido 15 cm, 3,6 x 2 / 0.15 = 48). Es decir, que el comedero de platos permite un 25% más de aves que el de canaleta (60/48 = 1,25).

Estos cálculos suponen que la cantidad de circuitos es la misma para ambos sistemas de alimentación. En las naves de produc­ción, debido a la diversidad de equipos que se deben ubicar (nidales, comederos, bebederos) todo espacio libre será ventajoso.

Las básculas son otro punto fundamental para el sistema de distribución de pienso. Se debe disponer de un sistema de pesaje confiable y preciso. De nada sirve un gran esfuerzo en lograr una distribución uniforme del alimento, si no se dispensa la can­tidad total correcta.

En el mercado se encuentran distintos tipos de básculas: electrónicas con celdas de carga, mecánicas, oscilantes (“dump scales”) formadas por una tolva que en cada descarga vuelca una cierta cantidad de pienso.

Descargar presentación impartida: “Suministro de pienso a los reproductores

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