Resumen Conferencia impartida por Dan Zekaria de Lohmann Animal Health, en las Jornadas Profesionales de Avicultura 2014 en el marco del salón SIAG(Salón Internacional de la Avicultura y Ganadería) 

dan-zekaria[1]

El sistema inmune de los vertebrados ha evolucionado para proteger a los animales de patógenos tales como bacterias, virus y hongos.

Igual que otros sistemas del organismo, el sistema inmune está constituido por células, entre ellas los heterófilos, macrófagos, neutrófilos, etc. de la línea mieloide;linfocitos B, linfocitos T y células “ natural killer “ de la línea linfoide; tejidos (tejido linfoide asociado a mucosas); órganos (medula ósea, bolsa de Fabricio, timo y bazo) y sustancias solubles (inmunoglobulinas, sistema de complemento, citocinas, etc.).

El fin primordial del sistema inmune es el reconocimiento y eliminación de los agentes extraños.

Algunas de las células de reconocimiento circulan por todo el organismo y otras se encuentran agrupadas en determinados lugares de éste, especialmente en los lugares de paso más frecuente de los cuerpos extraños, como por ejemplo las superficies mucosas. En estos lugares los diferentes tipos celulares se encuentran en estrecho contacto para permitir la transferencia de información de una célula a otra, siendo importante la forma de comunicación que utilizan, por medio de sustancias solubles, conocidas como citocinas. Las citocinas son proteínas involucradas en la regulación de la respuesta inmune, son una especie de mensajeros que dan lugar, en las células receptoras, a una serie de acciones.

Desde el punto de vista funcional se podría hablar de dos tipos de inmunidad: la innata o natural y la adaptativa o específica.

La inmunidad innata o natural es un conjunto de mecanismos inmunitarios que se producen inespecíficamente. Este tipo de defensa se produce en las fases iniciales de contacto con moléculas extrañas y es llevada a cabo por células como los macrófagos y células asesinas naturales (NK) o por factores solubles como el complemento y la proteína C reactiva. Los fagocitos son células que reconocen inespecíficamente los microorganismos, los ingieren y los destruyen. Las células NK actúan destruyendo las cé­lulas infectadas y las tumorales. Los factores solubles suelen actuar recubriendo e inactivando el microorganismo. La respuesta inespecífica es imprescindible para el desarrollo apropiado de la respuesta específica.

La inmunidad específica, requiere de un reconocimiento específico del antígeno para que se produzca. La inmunidad específica esta mediada por las células T y B, que son las únicas células con receptores específicos para los antígenos. Es decir, sin un reconocimiento del antígeno por parte de los linfocitos no puede generarse una respuesta dirigida exclusivamente frente a él.

El sistema inmune de las aves se divide en dos partes estructural y funcionalmente separadas: el sistema dependiente de la bolsa de Fabricio responsable de la inmunidad humoral (linfocitos B productores de anticuerpos) y el sistema dependiente del timo responsable de la inmunidad mediada por células (linfocitos T).

Todo elemento reconocido como ajeno al organismo provoca una migración de células, que captan el antígeno, lo introducen en compartimentos intracelulares y lo destruyen. Este mecanismo es el responsable del control de la inmensa mayoría de los agentes externos a los que el organismo se enfrenta y, de hecho, un correcto funcionamiento de los mecanismos de destrucción inespecíficos garantiza, en gran parte, el mantenimiento de la salud animal.

Una fase posterior implica la construcción de una respuesta específica, una de cuyas características es el establecimiento de la memoria inmunológica. Dando lugar a células de memoria que respondan de manera eficaz al tener un nuevo contacto con el mismo antígeno. Cada una de estas células es seleccionada de tal manera que sólo un antígeno se enlaza a su receptor específico y la induce a proliferar. La respuesta de los linfocitos B a los antígenos da por resultado la producción de anticuerpos .

Un mecanismo antiviral muy importante no inmunológico es la interferencia, debida a la presencia de otros virus. Una causa de esta inhibición es la producción de interferones. Estos se liberan por las células infectadas por virus y promueven la inmunidad antitumoral y antiviral.

 

Descargar presentación impartida: “La respuesta inmune en pavos

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